PARTIDO FEDERAL
GRAL. SAN MARTIN
INFORMA
Se realizó el XXIII Encuentro Nacional de Mujeres. Un nuevo paso adelante en la organización y la lucha de las Mujeres (leer folleto distribuído en Neuquén clickeando aquí)Nuevamente miles de mujeres volvimos a encontrarnos en un espacio único e inédito, en el que las voces, los pensamientos y las acciones se fueron potenciando a lo largo de estos 23 años, expresando un poderoso movimiento que desde las barriadas más humildes hasta las principales ciudades del país, tiende a unir la fuerza de las mujeres en una sola pelea por los derechos y reivindicaciones que nos niegan.Para este movimiento, Neuquén constituyó un gran desafío, ya que había que defender el avance logrado en el XXII Encuentro de Córdoba, en el cual hace apenas un año comenzamos a cambiar la historia de estas multitudinarias reuniones.Allí, las miles que pretendíamos avanzar en la conquista de nuestros derechos más apremiantes, logramos superar a quienes subordinaron los 21 Encuentros anteriores a la política de “consenso” y conciliación con las representantes de los gobiernos de turno y la Iglesia.Las mujeres del PCR/CCC, las dirigentas de la CTA, las funcionarias oficialistas y las militantes de la Iglesia, eran quienes, hasta ese momento mantenían férreamente la mayoría en las comisiones organizadoras y el control de los talleres.Por eso, a pesar de que año tras año los talleres expresaban posicionamientos muy progresivos, estas posiciones nunca terminaban materializándose en resoluciones o en documentos políticos concretos.Así limitaban o desviaban la lucha por la legalización del aborto, contra la violencia hacia las mujeres, por la libertad de Romina Tejerina o en contra de la trata de personas.De la misma manera frenaban las manifestaciones de repudio a la represión y a la violencia estatal, a la ingerencia de la Iglesia en los Encuentros, al apoyo a lo reclamos obreros, a la lucha por la aparición Julio López y por el castigo a los asesinos de Fuentealba, a la solidaridad con los/as trabajadores/as de Zanón, a las denuncias contra el gobierno y el actual sistema de explotación etc.Fue recién en el Encuentro de Córdoba donde, gracias a la acción decidida de un sector del Movimiento de Mujeres de esa provincia que integró la Comisión Organizadora, que todo esto pudo plasmarse en el documento político de apertura, transformándose, de allí en adelante, en una verdadera guía para la acción. El Encuentro de Neuquén fue exitoso, en primer lugar porque a pesar de las maniobras realizadas por una parte de la Comisión Organizadora, que cambió la fecha arbitrariamente, limitando la participación de muchas mujeres, miles volvimos a darnos cita en ese encuentro. En segundo lugar, porque que después de una dura pelea en el seno de la Comisión Organizadora, se terminó resolviendo un documento de apertura (clickear aqui) que retoma y profundiza las definiciones políticas y el programa de lucha que conquistamos en Córdoba. Los talleres y actividades de apoyo a la/os trabajadora/es de Zanón y contra la trata y la marcha de cierre, pusieron de relieve, más que nunca, la unidad de las mujeres contra el gobierno de Kristina y la reivindicación de la metodología de la lucha, en sus diversas y múltiples formas, como única manera de alcanzar nuestros reclamos. Por eso, a pesar de las provocaciones y los renovados intentos por imponer “consensos” burocráticos en los talleres, primó el rechazo a los postulados de la Iglesia y el criterio de unidad para movilizar, por lo menos en dos fechas emblemáticas, el 28 de setiembre, en la Jornada de Internacional de Lucha por la Despenalización del Aborto en América Latina y el Caribe; y el 25 de noviembre, Día de la No violencia Hacia las Mujeres. Por todo esto, las mujeres de Convergencia Socialista, que fuimos a Neuquén con una importante delegación, junto a las compañeras de Izquierda de los Trabajadores, el FUR de Comodoro Rivadavia y las Asambleas del Pueblo (ver declaración común) celebramos el Encuentro de Neuquén como un nuevo paso adelante.Una política equivocada y un método repudiable Lamentablemente las compañeras del Partido Obrero y del PTS (Pan y Rosas), a quienes reivindicamos como luchadoras, fueron al Encuentro con una política sectaria, que resultó funcional al gobierno que pretenden combatir.Las militantes de estos partidos, en vez de esforzarse por organizar un gran bloque de mujeres en contra del gobierno, la Iglesia y las conciliadoras, condicionaron la unidad para luchar por los derechos de las mujeres a la aceptación de sus caracterizaciones acerca del último conflicto agropecuario.Fue así que desembarcaron en Neuquén proponiendo como eje político la lucha contra el gobierno y las “patronales sojeras”, exorcizando a todas las que estuvimos, durante el paro agrario, del lado de los chacareros,.Por suerte la inmensa mayoría de las mujeres del Encuentro, muchas de las cuales participaban por primera vez en una reunión de estas características, terminaron rechazándolas, cuando estas, de manera aparatista intentaban “bajar” sus posiciones, violentando la discusión de las problemáticas específicas que se trataban en cada uno de los talleres,A pesar de esto, no dudamos en defender su derecho a expresarse como minoría de la Comisión Organizadora, razón por la cual repudiamos la metodología burocrática del Partido Comunista Revolucionario/CCC que utilizó la agresión física para impedir que las militantes del PO manifestaran sus posiciones en el acto inaugural.Este hecho no pasó inadvertido y fue repudiado por la mayoría del Encuentro. Quienes sufrimos los peores atropellos, la segregación y el autoritarismo, y luchamos por la igualdad de derechos no podemos permitir que en el movimiento de mujeres se intente imponer los peores métodos de la burocracia sindical para acallar a las minorías.
MARTIN ENRIQUEZ
011 15 6957-8797
GRAL. SAN MARTIN
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Se realizó el XXIII Encuentro Nacional de Mujeres. Un nuevo paso adelante en la organización y la lucha de las Mujeres (leer folleto distribuído en Neuquén clickeando aquí)Nuevamente miles de mujeres volvimos a encontrarnos en un espacio único e inédito, en el que las voces, los pensamientos y las acciones se fueron potenciando a lo largo de estos 23 años, expresando un poderoso movimiento que desde las barriadas más humildes hasta las principales ciudades del país, tiende a unir la fuerza de las mujeres en una sola pelea por los derechos y reivindicaciones que nos niegan.Para este movimiento, Neuquén constituyó un gran desafío, ya que había que defender el avance logrado en el XXII Encuentro de Córdoba, en el cual hace apenas un año comenzamos a cambiar la historia de estas multitudinarias reuniones.Allí, las miles que pretendíamos avanzar en la conquista de nuestros derechos más apremiantes, logramos superar a quienes subordinaron los 21 Encuentros anteriores a la política de “consenso” y conciliación con las representantes de los gobiernos de turno y la Iglesia.Las mujeres del PCR/CCC, las dirigentas de la CTA, las funcionarias oficialistas y las militantes de la Iglesia, eran quienes, hasta ese momento mantenían férreamente la mayoría en las comisiones organizadoras y el control de los talleres.Por eso, a pesar de que año tras año los talleres expresaban posicionamientos muy progresivos, estas posiciones nunca terminaban materializándose en resoluciones o en documentos políticos concretos.Así limitaban o desviaban la lucha por la legalización del aborto, contra la violencia hacia las mujeres, por la libertad de Romina Tejerina o en contra de la trata de personas.De la misma manera frenaban las manifestaciones de repudio a la represión y a la violencia estatal, a la ingerencia de la Iglesia en los Encuentros, al apoyo a lo reclamos obreros, a la lucha por la aparición Julio López y por el castigo a los asesinos de Fuentealba, a la solidaridad con los/as trabajadores/as de Zanón, a las denuncias contra el gobierno y el actual sistema de explotación etc.Fue recién en el Encuentro de Córdoba donde, gracias a la acción decidida de un sector del Movimiento de Mujeres de esa provincia que integró la Comisión Organizadora, que todo esto pudo plasmarse en el documento político de apertura, transformándose, de allí en adelante, en una verdadera guía para la acción. El Encuentro de Neuquén fue exitoso, en primer lugar porque a pesar de las maniobras realizadas por una parte de la Comisión Organizadora, que cambió la fecha arbitrariamente, limitando la participación de muchas mujeres, miles volvimos a darnos cita en ese encuentro. En segundo lugar, porque que después de una dura pelea en el seno de la Comisión Organizadora, se terminó resolviendo un documento de apertura (clickear aqui) que retoma y profundiza las definiciones políticas y el programa de lucha que conquistamos en Córdoba. Los talleres y actividades de apoyo a la/os trabajadora/es de Zanón y contra la trata y la marcha de cierre, pusieron de relieve, más que nunca, la unidad de las mujeres contra el gobierno de Kristina y la reivindicación de la metodología de la lucha, en sus diversas y múltiples formas, como única manera de alcanzar nuestros reclamos. Por eso, a pesar de las provocaciones y los renovados intentos por imponer “consensos” burocráticos en los talleres, primó el rechazo a los postulados de la Iglesia y el criterio de unidad para movilizar, por lo menos en dos fechas emblemáticas, el 28 de setiembre, en la Jornada de Internacional de Lucha por la Despenalización del Aborto en América Latina y el Caribe; y el 25 de noviembre, Día de la No violencia Hacia las Mujeres. Por todo esto, las mujeres de Convergencia Socialista, que fuimos a Neuquén con una importante delegación, junto a las compañeras de Izquierda de los Trabajadores, el FUR de Comodoro Rivadavia y las Asambleas del Pueblo (ver declaración común) celebramos el Encuentro de Neuquén como un nuevo paso adelante.Una política equivocada y un método repudiable Lamentablemente las compañeras del Partido Obrero y del PTS (Pan y Rosas), a quienes reivindicamos como luchadoras, fueron al Encuentro con una política sectaria, que resultó funcional al gobierno que pretenden combatir.Las militantes de estos partidos, en vez de esforzarse por organizar un gran bloque de mujeres en contra del gobierno, la Iglesia y las conciliadoras, condicionaron la unidad para luchar por los derechos de las mujeres a la aceptación de sus caracterizaciones acerca del último conflicto agropecuario.Fue así que desembarcaron en Neuquén proponiendo como eje político la lucha contra el gobierno y las “patronales sojeras”, exorcizando a todas las que estuvimos, durante el paro agrario, del lado de los chacareros,.Por suerte la inmensa mayoría de las mujeres del Encuentro, muchas de las cuales participaban por primera vez en una reunión de estas características, terminaron rechazándolas, cuando estas, de manera aparatista intentaban “bajar” sus posiciones, violentando la discusión de las problemáticas específicas que se trataban en cada uno de los talleres,A pesar de esto, no dudamos en defender su derecho a expresarse como minoría de la Comisión Organizadora, razón por la cual repudiamos la metodología burocrática del Partido Comunista Revolucionario/CCC que utilizó la agresión física para impedir que las militantes del PO manifestaran sus posiciones en el acto inaugural.Este hecho no pasó inadvertido y fue repudiado por la mayoría del Encuentro. Quienes sufrimos los peores atropellos, la segregación y el autoritarismo, y luchamos por la igualdad de derechos no podemos permitir que en el movimiento de mujeres se intente imponer los peores métodos de la burocracia sindical para acallar a las minorías.
MARTIN ENRIQUEZ
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